Es Muy Poco Lo Que El Colesterol Dice Acerca De Tu Salud En El Futuro

Sangre
El colesterol es una molécula muy característica y útil, a pesar de ser constantemente satanizada. Esta entrada es una elaboración de uno de los puntos de nuestra entrada anterior acerca de los mitos del colesterol la cual te invitamos a visitar.

Es común ver que se le llame lípido o grasa, aunque realmente el término químico para una molécula como esta es alcohol, a pesar de no comportarse como tal. Algo interesante con relación al colesterol es que es imposible disolverlo en agua debido a la gran cantidad de átomos de carbón e hidrógeno que componen su compleja red de tres dimensiones. Es precisamente esta indisolubilidad que todos los seres vivos usan de una forma muy ingeniosa, incorporando colesterol en las paredes de sus células para hacerlas a prueba de agua. En otras palabras, las células de los seres vivos pueden regular su entorno interno libre de perturbaciones de cambios en sus alrededores, lo que es vital para un funcionamiento adecuado. Para el funcionamiento normal de nuestros nervios y neuronas es particularmente importante el hecho de que nuestras células estén protegidas de sus alrededores.

Ahora bien, ya que el colesterol es idisoluble en agua, también lo es en la sangre, por lo que es transportado a través de esta dentro de partículas compuestas por grasa (lípidos) y proteínas (las llamadas lipoproteínas), las cuales sí son fácilmente solubles en agua ya que las proteínas que componen su exterior son solubles en esta. El interior de las lipoproteínas está constituído de lípidos, donde hay espacio para moléculas indisolubles como es el caso del colesterol. Las lipoproteínas transportan el colesterol de un lugar a otro en nuestro cuerpo, a la manera que funcionan los submarinos.

Entonces, de acuerdo con la densidad de las lipoproteínas (nuestro submarinos), tenemos dos modelos:

  • HDL (High Density Lipoprotein) -Lipoproteína de Alta Densidad-
  • LDL (Low Density Lipoprotein) -Lipoproteína de Baja Densidad-

Para no complicarnos mucho podemos decir que la función principal del HDL es llevar el colesterol a través de los tejidos periféricos (incluyendo las paredes de las arterias) hacia el hígado, donde es segregada con la bilis o usada para otros propósitos, como por ejemplo servir de punto de partida para la elaboración de hormonas importantes. Por otro lado, la función principal del LDL es llevar el colesterol en dirección opuesta, es decir, llevan el colesterol desde el hígado —que es donde se produce la mayor parte de nuestro colesterol— hacia los tejidos periféricos, incluyendo las paredes vasculares.

 

Cuando nuestras células necesitan colesterol, solo tienen que llamar a los submarinos LDL los cuales luego entregan el colesterol en el interior de las células. Es a este colesterol, el cual suma cerca del 60 a 80 porciento en la sangre, que se le  llama “colesterol malo” por razones que más adelante serán expuestas. El supuesto “colesterol bueno” es transportado por los submarinos HDL. Hay una pequeña parte del colesterol circulante que es transportada por otras lipoproteínas.

Ahora bien, ¿qué hace que una sustancia tan importante en nuestra sangre, y con funciones biológicas tan relevantes sea llamado “malo” cuando viene desde el hígado hacia los tejidos a través del LDL, y “bueno” cuando es llevado en la otra dirección mediante el HDL? Básicamente esto se debe a que un nivel bajo de HDL (inferior al normal) junto con un nivel alto de LDL (superior al normal) están asociados con un mayor riesgo de tener un ataque cardiaco, e inversamente, un nivel alto de HDL (superior al normal) junto con un nivel bajo de LDL (inferior al normal) están asociados con un menor riesgo. En otras palabras, una baja proporción de HDL/LDL es un factor de riesgo para enfermedades cardíacas coronarias.

Ahora bien, un factor de riesgo no necesariamente es una causa. Algo puede provar un ataque cardíaco a la vez que reduzca la proporción de HDL/LDL, de hecho, se sabe de varios factores que inciden en esta proporción.

¿El bueno y el malo?

Obesidad
En promedio la pérdida de peso implica reducción del colesterol en un 10%, todo depende de qué tanto peso se pierda, según concluyeron los doctores Anne Dattilo y P.M. Kris-Etherton. Es interesante que solo el colesterol transportado por LDL es reducido mientras que la pequeña parte que transporta el HDL se ve incrementada. Esto es bueno, quiere decir que la pérdida de peso aumenta la proporción entre el colesterol HDL y el colesterol LDL (1) .

Un incremento en la proporción de HDL/LDL entonces es llamado “favorable” por los partidarios de las cardio-dietas. Resulta que el colesterol cambia de “malo” a “bueno“. Ahora, la pregunta es si lo bueno fue la reducción de peso o la proporción entre HDL y LDL. Entre las cosas dañinas que ocurren cuando engordamos es que nuestras celulas se vuelven menos sensibles a la insulina, así que suelen desarrollando diabetes. Las personas con diabetes son mucho más propensas a sufrir ataques cardíacos que las personas que no sufren de ella, ya que la arteriosclerosis y otros daños vasculares ocurren en tempranas etapas de la diabetes, incluso en aquellos que no tienen anomalías lipídicas.

El punto esta en que el sobrepeso puede incrementar el riesgo de ataques cardíacos por otros mecanismos que no son necesariamente un patrón lipídico desfavorable, y al mismo tiempo el sobrepeso provocará un decremento en la proporción de HDL/LDL.

Se sabe que también fumar incrementa los niveles de colesterol en cierta medida. Pero volvemos a nuestro punto, lo que aumenta es el el colesterol LDL mientras que el colesterol HDL decrementa, lo que resulta en una “desfavorable” proporción entre HDL/LDL (2). Lo que de seguro es dañino es esa exposición crónica al humo de la quema del papel y las hojas de tabaco a la que se someten los fumadores, entonces en vez de considerar la proporción de HDL/LDL como “mala” podríamos decir que lo dañino en fumar, puesto que te puede provocar un ataque cardíaco y, a la vez, bajar la proporción de HDL/LDL en tu organismo.

 

Hombre Corriendo
Estudios realizados por el doctor Paul D. Thompson y sus colegas arrojaron resultados interesantes con relación a incidencia de los ejercicios en los niveles de colesterol. Según los estudios, los atletas en promedio tienen un nivel de colesterol HDL 41 por ciento más alto (4). La mayoría de los estudios en las poblaciones muestran que el ejercicio físico está asociado con un menor riesgo de enfermedades cardíacas mientras que un estilo de vida sedentario está asociado con un riesgo más alto. Creo que sería muy verosimil la afirmación de que un corazón bien entrenado está mejor protegido contra una obstrucción de la coronaria que un corazón que siempre esté trabajando a un ritmo lento.

Entonces, volviendo a nuestro punto, tenemos que un estilo de vida sedentario puede hacer que las personas sean propensas a sufrir ataques cardíacos y, al mismo tiempo bajar la proporción de HDL/LDL.

Una baja proporción de HDL/LDL también está asociada con una alta presión sanguínea (5), y lo más probable es que el efecto hipertensivo sea creado por el sistema nervioso simpático, el cual a menudo es sobreestimulado en pacientes hipertensos; y la hipertensión puede provocar ataques cardíacos al inducir espasmos en la coronaria, por ejemplo, y al mismo tiempo bajar la proporción de HDL/LDL.

¿Todos para uno, pero quién para todos?

No parece tarea fácil saber qué es malo, pero podemos hacernos algunas preguntas: ¿es malo estar obeso, fumar, estar inactivo todo el tiempo, tener presión arterial alta, estar estresado? ¿o es malo tener un montón de colesterol “malo”? ¿ambos?.

Así que, si bien es cierto que el riesgo de sufrir un ataque cardíaco en personas con altos niveles de colesterol LDL es superior al normal, no menos cierto es que el riesgo es igualmente alto para personas obesas, sedentarias, fumadores, hipertensos y mentalmente estresados. Y ya que el alto nivel de colesterol LDL está presente en estos últimos, es imposible saber si el incremento en el riesgo se debe a los factores antes mencionados o incluso a factores de riesgo que todavía no conocemos, o si finalmente se debe al alto nivel de colesterol LDL. Cualquier cálculo con relación al factor de riesgo del colesterol LDL que ignore los otros factores es llamado análisis “univariable” y es, por supuesto, insignificante.

Finalmente, para demostrar que un alto nivel de colesterol LDL es un factor de riesgo independiente, deberíamos preguntarnos si individuos obesos, sedentarios, hipertensos y mentalmente estresados con un alto nivel de colesterol LDL están en mayor riesgo de enfermedad coronaria que individuos obesos, sedentarios, hipertensos y mentalmente estresados con un bajo nivel de colesterol LDL.

Llevar a cabo comparaciones en una población de individuos con varios grados de factores de riesgo y varios niveles de colesterol LDL que también tome en cuenta el peso corporal es posible a través de un análisis multivariable, sin embargo, la data generada por estos complejos metodos de cálculos es casi imposible de entender para la mayoría de lectores, incluyendo médicos. Por muchos años los investigadores en esta área han presentado una complejísima gama de relaciones, valores P, sin mencionar conceptos oscuros como el coeficiente de regresión logística estandarizada, etc. En vez de ser una ayuda a la ciencia, han tratado de impresionar y hacer que su trabajo se vea como algo no trivial.

Conclusión

Mientras todo esto finalmente se resuelve, lo más prudente que puedes hacer es evitar cada uno de los factores de riesgo. Considerando que al evitar un estilo de vida sedentario automáticamente terminarás con un nivel de colesterol LDL totalmente normal, entonces deja de preocuparte por el colesterol como tal y toma medidas con relación al resto de factores.

Bibliografía

La información para esta publicación ha sido derivada de las investigaciones del doctor Uffe Ravnskov, MD, PhD.

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