Muchos estamos de acuerdo en que la dieta paleo era una dieta saludable y quizá algunos hasta lleguen a pensar que se trata de una dieta para perder peso. Si algo podemos decir es que es una dieta equilibrada, y ya que hemos visto anteriormente qué es la dieta paleo, creo que podemos ir viendo algunos detalles adicionales que nos ayuden a entender cómo se formó y entender las razón de ser de algunos elementos que la componen.

1. Algo que es importante señalar en la dieta paleolítica con relación a las semillas, es que el esfuerzo para recoger la mayoría de ellas no sería tan óptima como la recogida de otros alimentos (a menos que se recogieran con la finalidad de utilizarlas como condimentos por el sabor de la esta). Algunas semillas carnosas, como el girasol, pueden haber sido un alimento. Para proteger su ciclo reproductivo, las plantas depositan anti-nutrientes en la cubierta de las semillas y así disuaden a los animales para que no se las coman (ej. ácido fítico, lectinas e inhibidores de enzimas) por lo que no se supone que las semillas de los frutos sean digeridas.
2. Las circunstancias propias del hombre primitivo forzarían a que incluyera la mayor variedad de alimentos posible, digamos que en dicha condición los cazadores matan todo lo que encuentran al moverse. Se contempla que nuestros antepasados habrían conocido más de 300 posibles plantas comestibles, de las cuales muchas son verduras y plantas de hoja verde. Esto nos da claros indicadores de que debemos procurar una amplia variedad de hierbas y especias.
3. Dado el evidente hecho de que el nombre primitivo no tuvo saleros, no deberíamos agregar sal a los alimentos. Después de la eliminación de la sal añadida de tu dieta, tus papilas gustativas perderán la tolerancia que desarrollaron para esta. Lo mismo ocurre después de retirar los edulcorantes.
4. En el sentido estricto, la única bebida que es verdaderamente paleo es el agua. Se entiende que el estilo paleo se toma agua solo cuando sientes sed. Una bebida muy paleo y saludable sería agua de coco.
5. Si quieres cafeína algún integrante del grupo de metilxantinas, lo más paleo sería té verde orgánico, por ser el menos procesado. Toma en cuenta que el jugo de frutas es fructosa concentrada la cual no habría existido y por lo tanto no es paleo.
6. El único endulzante paleo es la miel silvestre (y en cantidades limitadas). Se podría argumentar que el jarabe de arce muy diluido es paleo. Si realmente necesitas edulcorantes, otra posibilidad es el azúcar de la palma de coco. Lo ideal sería sacarlo de su dieta y superarlo.
7. La inclusión de alcohol en la dieta paleo es un tema de controversia. Eventualmente nuestros antepasados ​​paleo se habrían encontrado y consumido alguna fruta fermentada. Algunos tienen problemas con la levadura. En el libro Wild Fermentation (Fermentación Silvestre) hay una receta para sidra fermentada que no requiere azucar o levadura. El resultado final contiene un porcentaje de alcohol de unos 6%, el cual no permanece por mucho tiempo, pero sería definitivamente paleo.

Por último, ya que los alimentos en la dieta paleo son ricos en nutrientes, en teoría la suplementación no sería necesaria, y no sería paleo. Tenemos una excepción que es la vitamina D. Al menos para aquellos que no vivimos fuera todo el año y que no ingerimos higado regularmente. Y si no consumes pescado regularmente, recuerda que otra fuente de ácidos grasos Omega 3 son los aceites de pescado.

Según el modelo paleo, debes comer cuando tengas hambre —no a horas predefinidas en el día— ya que nuestros antepasados cazaban y recolectaban alimentos en previsión de, o en respuesta a, la sensación de hambre.

En conclusión, estas son de las principales características de la dieta paleo a la que bien podemos referirnos como dieta del cazador-recolector. Más adelante estaremos dando seguimiento al plan de sustitución de elementos de la dieta que planteamos en el artículo donde definimos la dieta.