Preparar huevos pasados por agua es realmente sencillo, sin embargo me gustaría compartir algunos consejos que podrían facilitarte la vida aun más a la hora de hacerlo.
Cuando hablamos de huevos pasados por agua nos referimos a huevos cocidos en agua hirviendo, preparados de forma tal que se puede observar la clara completamente cocida mientras que observamos la yema líquida (o muy suave, dependiendo de cómo te guste).
Si te preocupa mucho el tema del colesterol, te invito a leer este artículo acerca de qué tanto dice tu colesterol con relación a tu salud en un futuro.
Elegir los huevos correctos:
Cuando hablo de los huevos correctos no me refiero a que haya un tipo especial de huevos para esto, de hecho, yo por lo general solo utilizo huevos de gallina común y corriente. El punto está en que el cascarón del huevo está constituido, entre otras cosas, por carbonato de calcio y es poroso, por lo que a medida que pasa el tiempo al huevo le va entrando aire en una parte llamada cámara de aire, haciendo que el huevo se rompa a los pocos segundos de entrar en contacto con el agua caliente.
Para saber cuando los huevos están aptos para cocinarlos con agua caliente, toma un envase con agua suficiente para cubrir completamente los huevos y (opcional, pero recomendado) agrega sal al agua (para aumentar la densidad). Inserta los huevos en el agua y si notas que alguno de ellos flota hasta el punto de que algo del cascarón está fuera del agua, ese es un candidato seguro a romperse al entrar en contacto con el agua caliente.
Como cocinar los huevos pasados por agua:
Pon a hervir una cantidad de agua suficiente (digamos 1.5 o 2 veces la altura de los huevos) sin insertar los huevos aún. En el momento en que el agua esté hirviendo a plenitud, sumerge los huevos con cuidado (puedes utilizar un colador de pasta para colocar los huevos y sumergirlo junto con ellos en el agua, así te aseguras de que todos los huevos tienen el mismo tiempo de cocción).
Luego de 6 minutos y medio exactamente, retira el recipiente con agua hirviendo, bota el agua caliente e inmediatamente vierte agua a temperatura ambiente sobre ellos (repite esto una o dos veces).
Notarás, entre otras cosas, que:
- Será mucho más fácil retirar el cascarón del huevo cuando es cocido en esas circunstancias.
- La clara quedó completamente cocida, pero no dura.
- La yema está suave, casi líquida.
- Ningún huevo se quebró.
Como recomendación final, recuerda que puedes aumentar o disminuir los 6 minutos y 30 segundos que mencionamos anteriormente con la finalidad de obtener una yema más o menos líquida.
Gracias por haberte tomado el tiempo de leer este artículo. Espero que te haya sido útil y que me contactes en caso de cualquier duda con relación a la misma.